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Odín, una ilusión de vida

Actualizado: 4 jun 2020



En el año 2017, Jorge se encontraba en la fría ciudad de Tunja, el 9 de octubre en

horas de la mañana se dirigía en su carro hacia la universidad donde trabajaba,

cuando de repente le entró una llamada de Lili al celular, una muy buena amiga.

Jorge parqueó el auto y le contestó inmediatamente, su amiga le contó que había

un Pastor Colling en adopción en la fundación de mascotas de sus padres, ella

sabía que él toda su vida soñó con tener un perro de esa raza, razón por la cual

en el momento que se enteró, de inmediato llamó a contarle.


Jorge desde niño les dijo a sus padres que quería tener una mascota en su casa,

pero a sus papás nunca les agradó la idea. Él amaba la raza de perros Pastor

Colling porque en su barrio hacían un concurso cada año y le daban premios al

perro más perspicaz. En el cual los dos últimos años en que se realizó ganó un

perro de esa raza. Jorge al notar que era una raza tan inteligente y audaz para

competir, comenzó a investigar que otras cualidades tenían y desde entonces

quedó enamorado de los perros Pastor Colling. La noticia de su amiga fue muy

emocionante para él.


Jorge apenas se enteró averiguó la información para poder adoptarlo y de la

emoción faltó al trabajo y cambió la ruta hacia el lugar donde se encontraba el

perro. Al llegar al lugar sintió una conexión con la mascota, pero

desgraciadamente se encontró con la noticia de que ya había alguien postulado

para adoptar al perro antes de él, era un terrateniente que vivía en una casa

campestre. Al saber esto comenzó a contarle al director de la fundación sobre la

ilusión que él siempre había sentido de tener esta raza de perros y el señor

conmovido, decidió dejárselo a él.


En horas de la tarde Jorge muy feliz se llevó a Odín, su nueva mascota, a la casa

de los papás, pero al llegar con el perro y decirles que este sería el nuevo

miembro de la familia, los papás tomaron una mala actitud ya que no tenía su

autorización para tomar esa decisión. Ellos no querían tener una mascota en la

casa puesto que decían que una mascota era de mucha responsabilidad y ellos trabajaban todo el día fuera de la casa. Jorge triste trató de hablar con ellos para

que le permitieran tener al perro, a lo que le dijeron que le iban a dar quince días

para llevárselo de la casa, pero para su sorpresa, en esos quince días Odín se

comportó juicioso, hacía caso, le hacía compañía al papá en su tiempo libre y era

muy cariñoso. Gracias a esto pasados los quince días los papás de Jorge ya

estaban encariñados con Odín. Que desde hace tres años es la mascota que

hasta el día de hoy, se ha convertido en parte del hogar y en la felicidad de la

casa, uniendo más a la familia Zambrano Murcia.


 
 
 

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